jueves, 28 de noviembre de 2013

Lector de frecuencia corta


LO NUEVO: UN SISTEMA ELECTRONICO REEMPLAZARA AL CODIGO DE BARRAS

Todos los objetos de consumo estarán conectados con Internet
Traerán un microchip que los comunicarán con los distintos equipos de la casa y con la Web · El chip será tan pequeño como un grano de arena · En el 2003 saldrían al mercado los primeros prototipos
Una lata de cerveza, la taza de café, el diario que en este momento está leyendo o el último medicamento que compró para combatir la gripe.
En muy poco tiempo más, todos los objetos de consumo hogareño vendrán con un pequeñísimo microchip que permitirá que se comuniquen con cualquier equipo electrónico de la casa y, al mismo tiempo, con otros objetos y personas de cualquier lugar del mundo, a través de la red Internet.
Con el apoyo financiero de grandes empresas de producción y comercialización de productos de consumo de los Estados Unidos, un prestigioso laboratorio de ese país está llevando adelante un proyecto que promete unir el mundo de los bits con el de los átomos.
El diseño del chip ya está prácticamente terminado: tendrá reducidísimas
dimensiones -similar a un grano de arena- y un costo comercial más que aceptable, menos de un centavo de dólar cada uno.
"En estos momentos, el circuito comercial está organizado como una extensa red de objetos (átomos) que circulan por el mercado hasta llegar al hogar. Al mismo tiempo existe Internet, una red mundial de bits que llega a todos lados.
Claramente, necesitamos un ''puente'' entre estas dos redes, para que todo sea más eficiente.
"Se está diseñando entonces un sistema que permitirá vincular a los objetos de todos los días -desde la
leche hasta los remedios- con la Internet".

Todo conectado



La idea de los científicos que trabajan en éste tema es que, en un futuro próximo, todos los productos que circulan por el mercado vengan con ese chip que, de esta manera, reemplazaría al tradicional código de barras.
El diminuto microchip incluirá un nuevo código, que ya fue aprobado por el mismo ente que inventó el de barras. "Pero el nuevo código no es pasivo como el de barras, sino activo, capaz de dialogar con los sistemas informáticos de la cadena de abastecimiento y con Internet. Esto permitirá que se puedan ofrecer muchísimas otras aplicaciones revolucionarias para la vida doméstica
¿Cómo impactará este sistema en la vida cotidiana de la gente?
·Las heladeras podrán, por ejemplo, comunicarse con las latitas de cerveza (u otros productos). Y ordenar de forma automática la compra de una nueva cuando estén a punto de terminarse.
·Los lavarropas que vengan con la tecnología adecuada podrán establecer de qué fibras están hechas y de qué color son las prendas que uno coloque en el tambor.
Con esa información elegirán el programa de lavado más apropiado y dosificarán la cantidad de jabón en polvo y suavizante.
Los hornos también podrían sumarse a la nueva ola. Podrían, por ejemplo, cocinar nuestro plato preferido justo antes de que lleguemos a casa.
Pero esta comunicación entre objetos y equipos electrónicos no tiene por qué quedarse entre las paredes de casa. Cada uno de los chips tendrá una especie de dirección electrónica propia que lo identificará en Internet. De esta manera, cada objeto podrá transmitirle información a la red, según cómo esté programado.
Una de las aplicaciones que los especialistas imaginan, aprovechando esta cualidad, es la posibilidad de que sean los mismos libros de una librería los que informen en el sitio de la Web cuándo llegaron al local, cuándo quedan pocos ejemplares, o si ese título ya está agotado.
Y hay más posibilidades. Los carritos de los supermercados podrían venir con una pequeña computadora. Allí los clientes podrían cargar su lista de compras (por ejemplo, bajándola de su computadora de mano). Después sería el mismo carro el que advertiría si falta o no algún producto.
La tecnología ya está desarrollada. Ahora todo es cuestión de poner en juego la imaginación.

Que nunca falte


Y no sólo para el consumidor final está pensado este proyecto. Los microchips insertados en los productos también le permitirán a fabricantes y comerciantes seguir todo su recorrido durante la cadena de abastecimiento, desde que salen de la fábrica hasta que llegan a la góndola de los supermercados.
Un ejemplo de cómo pueden utilizarlo: cuando los helados estén por terminarse en las heladeras del súper, una señal de radio podría advertir a los empleados. Así se evitaría que en algún momento el producto no esté disponible, algo que tanto molesta a los clientes.
Estos microchip serían el complemento ideal para los proyectos de automatización de los hogares, que en estos momentos están empujando casi todos los fabricantes de computadoras. Cada vez son más las empresas que están presentando sus propios "servidores caseros", computadoras capaces de centralizar la información proveniente de los distintos equipos del hogar y que, a su vez, las conecta -a
gran velocidad- con Internet.









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